El Reglamento de Acuicultura de Pequeña Escala (APE), cuya tramitación se encuentra en fase final, será clave para el desarrollo y proyección de esa actividad en la Región de Los Lagos.
Uno de los propósitos de la futura norma es propiciar el desarrollo de la APE, actividad que -por sus características- se perfila, por ejemplo, como una opción sustentable para la diversificación productiva del sector pesquero artesanal.
La materialización del Reglamento será especialmente significativa para Los Lagos, donde la pequeña acuicultura tiene ya una historia de décadas y está presente en diversas áreas de la Región.
Actualmente en Los Lagos hay APE en dieciocho áreas de manejo: espacios marítimos (con una superficie total de 58 hectáreas), donde pescadores artesanales cultivan diversos recursos, de modo sustentable y bajo normas específicas.
La misma actividad se ejecuta en 891 centros que poseen concesiones de acuicultura, donde se producen algas, mitílidos (choritos), almejas, ostras y abalones, entre otros recursos.
“En esta Región, la acuicultura de pequeña escala se desarrolla de manera transversal. Tendrá un positivo impacto para pescadores y centros de cultivo. Tenemos diferentes producciones de especies: algas, ostras y, por cierto, la industria del chorito”, sintetizó el director zonal de Pesca y Acuicultura (Subpesca), Rafael Hernández.
La propuesta de Reglamento de APE fue aprobada recientemente de modo unánime por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, en una sesión encabezada por el Ministerio de Medio Ambiente, y en la que participó el jefe de la División de Acuicultura de la Subpesca, Eugenio Zamorano.
Distintos ministros deben ahora firmar el decreto correspondiente, de modo que el Reglamento pase a la Contraloría General de la República, se le refrende y entre en vigencia.
El Reglamento constituye en sí mismo un hito, pues implica reconocer formalmente a la acuicultura de pequeña escala, sector productivo sustentable que tiene 40 años de historia en el país.
En Chile hay actualmente alrededor de mil concesiones acuícolas de pequeña escala y 150 hectáreas autorizadas para el desarrollo de la actividad en áreas de manejo. Dichas cifras debiesen ir al alza, cuando el nuevo Reglamento se conjuge con la aplicación de las leyes de Caletas, de Relocalización de Concesiones de Mitílidos (choritos) y de Bonificación de Algas, así como con los programas del Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala (INDESPA).
Entre otros puntos, el Reglamento APE autorizará el desarrollo de actividades acuícolas en función de sus sistema de producción y no de la especies involucradas. De ese modo, se fomentarán los llamados cultivos multitróficos que al incorporar principios de reciclaje -entre otros- son amigables con el medioambiente.
La nueva norma ajusta, además, los requisitos ambientales exigidos para otorgar concesiones, y dispone el reemplazo de los planes de contingencia ambiental por un listado de acciones mínimas, de manera de facilitar el acceso a la actividad. En otro plano, se establece la prohibición de usar plumavit (poliestireno expandido) como elemento de flotación, debido al impacto de este material en los entornos de los cultivos.